PREGUNTAS FRECUENTES
¿Es lo mismo ser atendido por un psicólogo que por un psicoterapeuta?
No. Si bien ambos profesionales tienen las bases académicas del funcionamiento de la mente y estrategias de intervención terapéutica, un psicólogo cuenta con un nivel de estudios de licenciatura y una formación bastante extensa en contenido pero no con demasiada profundidad. El psicoterapeuta cuenta con estudios de posgrado a nivel maestría o doctorado y ha elegido una corriente terapéutica, la cual estudia y practica a profundidad, por lo que sus tratamientos son más eficaces. Esto varía por supuesto entre cada corriente psicoterapéutica y las habilidades con que cuente cada profesional.
¿Es caro ir a terapia?
Teniendo en cuenta que con un proceso psicoterapéutico Cognitivo-Conductual explorarás y modificarás tus creencias más arraigadas y, con ello, tu comportamiento, llevándote a una realidad muy distinta de aquella en la que vivías; sólo unos meses y una inversión razonable, no es un gasto, es el mejor regalo que te puedes dar. Gastarás más en vacaciones de evasión, en compras compulsivas, en sectas, en drogas o teniendo que afrontar las consecuencias de tus malas decisiones, antes que en un tratamiento psicoterapéutico efectivo.
¿Los cambios son permanentes?
Por supuesto. A diferencia de un curso o lectura de motivación o de fanatismos doctrinales y buenas intenciones, la Terapia Cognitivo Conductual logra en ti una reestructuación cognitiva, es decir, la modificación profunda de aquellos pensamientos y creencias que te crean conflictos y te producen una conducta maladaptativa. De este modo, te conviertes en tu propio terapéuta, transformándote en una mejor versión de ti. Cabe señalar que las recaídas pueden suceder ya que la costumbre pesa y el entorno puede ser muy disfuncional, pero una vez que modifiques tus creencias ya no volverá a ser como antes.
¿Si acudo a terapia quiere decir que estoy loco o soy débil?
De ninguna manera. Si acudes a terapia significa que has decidido dejar de negociar con tu problemática, que has reconocido que algo en tu vida no está bien y que ya no quieres seguir así. Quiere decir que te quieres más y que has decidido hacer un esfuerzo para explorar aquellas memorias doloras, salir de tu zona cómoda en donde siempre has estado a pesar de que no te funcione del todo y hacerte responsable con tu proceso de transformación, tanto cubriendo la inversión de la terapia como realizando los experimentos y actividades que trasformarán tu vida.
¿Por qué mucha gente no va a terapia a pesar de sus problemas?
Porque quieren seguir en sus patrones de comportamiento disfuncionales y en sus creencias maladaptativas. Porque tienen miedo al cambio. Por irresponsables, al no querer tomar la dirección de su vida o por egoístas, limitando a sus creencias y opiniones su ideal de funcionamiento del mundo.
Podrán decir que "el costo de la terapia" o sus múltiples ocupaciones no se los permite. Pretextos puros. Cuando estás convencido de que tu vida necesita un cambio haces todo lo posible para lograrlo. Pero poner excusas y justificaciones resulta más cómodo que esforzarse y comprometerse.
¿Realmente me va a ayudar el entrenamiento para padres?
Por supuesto. Son técnicas probadas científicamente acerca de lo que tienes que hacer y lo que debes evitar en la crianza de tu hijo. Si "ya lo has hecho" y no te ha funcionado es porque lo has hecho mal, así de sencillo.
No es cuestión de lo que tú creas u opines que es mejor, es lo que la ciencia dice que funciona. ¿Sabías que un castigo se debe explicar? ¿El momento y la forma adecuada para dar premios? ¿Cómo tener un hijo verdaderamente educado y no estar forjando a un resentido rebelde? Esto y más lo aprenderás con mi entrenamiento para padres.
¿Con la terapia de pareja solucionaré todos mis problemas y garantizaré una relación feliz?
Eso depende de ti y de tu pareja. En terapia lo que hacemos es explorar las creencias disfuncionales de cada uno, su forma de relacionarse, cómo solucionan los problemas, qué es lo más importante en su vida, su nivel de satisfacción tanto con sus respectivas vidas como en su relación y el nivel de compromiso, madurez y responsabilidad de cada uno. Si ambos quieren tener una mejor relación y se empeñan en ello, tendrán buenos resultados. Si tras una exploración minuciosa descubren que ya no existe un vínculo, que su egoísmo pesa más o que hay diferencias significativas en su plan de vida, ¿para qué seguir? La terapia los ayuda a crecer y los libera de sus conflictos, continúen o no con su relación.
¿Qué es la terapia cognitivo conductual?
La terapia cognitivo-conductual (TCC) es una de las pocas formas de psicoterapia que se ha probado científicamente y ha demostrado ser eficaz en más de 300 ensayos clínicos para muchos trastornos diferentes.
En contraste con otras formas de psicoterapia, la TCC está enfocada al presente, es de duración limitada en el tiempo, y está más orientada a resolver problemas concretos. Los pacientes aprenden habilidades específicas que utilizarán el resto de sus vidas, tales como identificar pensamientos distorsionados, modificar creencias, relacionarse con otros de manera diferente, y cambiar conductas.
¿Cuál es la teoría detrás de la terapia cognitivo-conductual?
La TCC se basa en gran medida en el modelo cognitivo, que explica simplemente que la manera en que nosotros percibimos las situaciones influye en cómo nos sentimos emocionalmente.
No es la situación en sí, sino cómo la interpretamos.
Cuando las personas sienten dolor, angustia o ansiedad, no pueden pensar claramente y sus pensamientos se distorsionan de alguna manera. La TCC ayuda a las personas a identificar sus pensamientos penosos y a evaluar cuán realistas son. Luego, aprenden a cambiar sus pensamientos distorsionados. Cuando piensan más objetivamente, se sienten mejor. El énfasis también está puesto en resolver problemas e iniciar un cambio en el comportamiento.
¿Qué puedo hacer para prepararme para la terapia?
Un primer paso es fijar objetivos. Pregúntate, "¿En qué aspectos me gustaría ser diferente cuando finalice la terapia?". Piensa específicamente acerca de cambios que le gustaría hacer en el trabajo, en su casa, en sus relaciones con la familia, los amigos, los compañeros y otros. Piensa qué síntomas han estado molestándolo, y cuáles te gustaría disminuir o eliminar. Piensa si existen problemas en otras áreas que le gustaría mejorar: tener otros intereses culturales, espirituales o intelectuales, aumentar el ejercicio físico, disminuir malos hábitos, aprender nuevas habilidades interpersonales, mejorar el manejo de ciertas situaciones en el trabajo o en casa. El terapeuta te ayudará a evaluar y a refinar estas metas.
¿Qué pasa durante una sesión típica de terapia?
Una de las primeras cosas que haremos en sesión será determinar cómo te has sentido en la semana. Esto es lo que nosotros llamamos un chequeo del estado de ánimo. Se te preguntará qué problema te gustaría tratar en esa sesión y los sucesos importantes de la semana anterior. Haremos un puente entre la sesión anterior y la sesión presente, preguntándote lo que te pareció importante de la sesión pasada, qué tareas pudiste hacer durante la semana, y si hay algo que te gustaría cambiar.
También aprenderás nuevas habilidades a través de técnicas específicas, que irás aprendido en cada sesión. Resumiremos los puntos y pediré tu opinión. Tanto yo como terapeuta como tú, paciente, seremos bastante activos en esta forma de tratamiento.
¿Cuánto tiempo dura la terapia?
Una vez completada la evaluación de tu caso, estimaré cuánto tiempo te podría tomar alcanzar las metas fijadas, aunque la duración promedio es de 10 a 12 sesiones. Generalmente la frecuencia de las sesiones es de una vez a la semana.
Existirá un espaciamiento gradual entre sesiones que te permitirá practicar las habilidades que has aprendido mientras todavía está en terapia.
¿Qué hay acerca de la medicación?
Los terapeutas cognitivo-conductuales podemos analizar las ventajas y desventajas de medicación contigo. Muchos pacientes son tratados sin medicación. Algunos trastornos, sin embargo, responden mejor a una combinación de medicación y TCC.
¿Cómo sabré si la terapia está funcionando?
La mayoría de los pacientes nota una alivio y una estabilización paulatina de su estado de ánimo desde las primeras sesiones, así como una disminución en sus síntomas dentro del primero o segundo mes de terapia, si han asistido a las sesiones fielmente y han hecho regularmente las tareas sugeridas entre las sesiones. Otro excelente indicador es la familia, los amigos y conocidos, quienes te harán comentarios alusivos a la transformación que aprecian en ti.