La ansiedad es una respuesta emocional muy debilitante que nos afecta de manera física y mental alterando el sistema nervioso. Se caracteriza por una preocupación exagerada, excesiva o irracional, tensión muscular, fatiga, insomnio, ritmo cardíaco acelerado, sensacion de deshidratacion, resequedad en la boca y ojos, náuseas, hiperventilacion, dificultad para respirar, dolores de cabeza, mareo, sudoración, entre otros. 

La depresión es una enfermedad grave y común que nos afecta física y mentalmente en nuestro modo de sentir y de pensar. La depresión nos puede provocar deseos de alejarnos de nuestra familia, amigos, trabajo, y escuela. Puede además causarnos ansiedad, pérdida del sueño, del apetito, y falta de interés o placer en realizar diferentes actividades. 

Los trastornos de la alimentación son alteraciones emocionales que conllevan una preocupación excesiva por el peso y la figura corporal. Las personas que padecen algún desorden de este tipo dan importancia obsesiva a los alimentos, alrededor de los cuales giran todos sus pensamientos, sueños, problemas y su vida en general. Los más comunes: anorexia, bulimia y comedor compulsivo.

Las fobias son un temor fuerte e irracional de algo que representa poco o ningún peligro real. Las personas con fobias intentan evitar lo que les provoca miedo. Si eso no es posible, pueden sentir: pánico y miedo, taquicardia, falta de aire, temblores y un fuerte deseo de huir.

El trastorno de estrés postraumático (TEPT) es una enfermedad real que se puede sufrir de luego de vivir o ver eventos traumáticos como la guerra, huracanes, violaciones, robos con violencia, abusos físicos o un accidente grave. Esto afecta su vida y la de la gente que le rodea, al presentar pesadillas, sentimientos de soledad, preocupación, culpa o tristeza. No se quita sólo, requiere tratamiento.

Los Esquemas Maladaptativos Tempranos son construcciones conceptuales que desde sus primeros años la persona elabora sobre sí mismo, sobre quienes lo rodean y el mundo, con base en las experiencias vividas. Llevan a la persona a actuar inadecuadamente, interfieren en el afrontamiento de las situaciones haciendo que la persona funcione de manera inadaptativa y por tanto disfuncional.

Básicamente se dividen en 4 grupos: de autonomía, de relaciones interpersonales, de autovaloración  y de límites -estándares.

Los trastornos de la personalidad son un grupo de afecciones mentales en las cuales una persona tiene un patrón prolongado de comportamientos, emociones y pensamientos que interfieren con su capacidad para desempeñarse en las relaciones interpersonales, el trabajo y otros contextos. 

Estos pueden ser: antisocial, de evitación, límite, dependiente, histriónico, narcisista, obesesivo-compulsivo, paranóico, esquizoide y esquizotípico.

La adicción se define como una enfermedad crónica y recurrente del cerebro que se caracteriza por la búsqueda y el consumo compulsivo de drogas, a pesar de sus consecuencias nocivas. Se considera una enfermedad del cerebro porque las drogas modifican este órgano: su estructura y funcionamiento se ven afectados. Estos cambios en el cerebro pueden ser de larga duración, y pueden conducir a comportamientos peligrosos que se observan en las personas que abusan del consumo de drogas. Alcohol, tabaco, anfetaminas, cocaína y marihuana son las drogas más consumidas a las que se les puede dar un tratamiento efectivo.